Consejos para decidir si invertir en un fondo común de inversión

Una alternativa de inversión para las personas que disponen de un dinero ahorrado y quieren obtener un beneficio, descartando posibilidades más "seguras" pero menos prolíficas como los plazos fijos y similares es la inversión en fondos mutuos.
Un fondo de inversión o fondo común de inversión, es un capital de inversión o activo económico constituidos por el aporte individual de varios inversionistas, personas naturales o instituciones, que es administrado por una institucion financiera invirtiendo su capital en diversos productos financieros (mediante una buena canasta de renta fija y renta variable).
Sea un banco o un agente de inversión quien lo gestione, el fondo común tanto en su composición como en las decisiones que atañen a su administración (compra y venta de valores) sigue las pautas de técnicos especializados en inversión que buscarán obtener el mayor beneficio.
En cuanto a los valores o activos financieros que constituyen el fondo mutuo, sin que haya un límite podrán estar constituidos típicamente por futuros, acciones de empresas que cotizan en bolsa, índices, bonos, ETF, materias primas, etcétera.
Las ganancias o rentabilidad que genera el fondo está conformada por el beneficio total de los fondos aportados restándole los gastos de las comisiones de la entidad que lo administra, que puede ser un banco, una sociedad de bolsa u otra institución financiera o de inversión, de acuerdo a la legislación de cada país.

Sin que sea un indicador infalible, es posible conocer la información pública relativa al rendimiento anual de los fondos particulares, pudiendo ser un indicio de la capacidad de gestión que podremos tomar en cuenta a la hora de decidirnos por uno de ellos para invertir nuestro dinero.
Es una buena alternativa para quienes no conocer sobre bolsa y mercados, pues el administrador se ocupa de todo lo relativo a las compras y ventas de valores.

Dónde y cómo invertir según el riesgo que se esté dispuesto a asumir

Cuando nos disponemos a invertir un capital del que disponemos hemos de tomar varias decisiones, por ejemplo, las relativas a qué activo o valor hemos de escoger, qué plazos estamos dispuestos a aceptar para ver nuestro beneficio, pero también hay que tomar una decisión en cuanto a dos factores sensibles: el riesgo de la inversión y la rentabilidad.
Un viejo apotegma del mundo de los negocios dice que no existe inversión sin riesgo, aunque algunos productos financieros de inversión tienen más riesgo que otros.
En el mundo de los inversores uno de los criterios decisivos que intervienen a la hora de elegir en qué invertir en un determinado momento, lo que permite diferenciar una alternativa de inversión de otra, es el nivel de riesgo que supone cada una de ellas.
Si entendemos como rentabilidad la capacidad de generar rendimientos de un valor, título, activo financiero o inversión, podemos ver que la contracara del mismo, la incertidumbre sobre la consecución de los mismos es el llamado riesgo financiero.
Por ejemplo, un plazo fijo, en la generalidad de las ocasiones, no presenta riesgos mayores; salvo que el banco quiebre o colapse en sistema económico nacional del que forme parte, tendremos el dinero esperado en el plazo convenido. Pero eso muchas veces no es una auténtica inversión, pues un plazo fijo bancario siempre ofrece un interés menor que el de la inflación del país, por lo que no obtendremos con ello en realidad beneficio.
Si queremos obtener con éxito una rentabilidad mayor que la inflación, que nuestro capital invertido nos permita llegar a una posición en la que tendremos más capital, entonces hay que asumir riesgos, y ello implica que cuanto más podremos ganar, más será la incertidumbre de llegar a ese posible beneficio, mayor será el riesgo financiero que estaremos corriendo o asumiendo.
En realidad, todo rendimiento de una inversión entraña incertidumbre o riesgo, porque son a futuros.
No hay recetas generales para asumir un riesgo, aunque sí es importante saber que está directamente relacionado con el beneficio de lo invertido, de manera que la única razón para elegir una inversión con riesgo ante una alternativa de ahorro sin riesgo es la posibilidad de obtener de ella una rentabilidad mayor.
Algunos criterios, sin embargo, son que cuando las condiciones de riesgo son más o menos equivalentes se debe elegir la inversión con mayor rentabilidad, y recíprocamente si hay iguales condiciones de rentabilidad, se debe optar por la inversión con menos riesgo.
Cuanto mayor el riesgo de una inversión, mayor tendrá que ser su rentabilidad potencial para que sea atractiva a los inversores. Cada inversor tiene que decidir el nivel de riesgo que está dispuesto a asumir en busca de rentabilidades mayores.
En el mundo de las finanzas los productos y las estrategias de inversión se suelen clasificar como conservadores, moderados y agresivos, según el nivel de riesgo que impliquen asumir, y por lo tanto según la rentabilidad potencial buscada.
En suma: si usted no es experto inversor, debe ceñirse a criterios de templanza y moderación, y lo mismo si lo que invierte es su único capital o está en una situación de crisis de finanzas personales. En esas situaciones hay que actuar con cabeza fría y paso firme, aunque haya que esperar para ver frutos. Sin embargo, si usted quiere tener dinero o despegar financieramente hablando, digamos obtener beneficios interesantes, debe arriesgar en algún momento. En caso contrario, tal vez le convenga no invertir y ser empleado, por ejemplo, y tener una buena política de ahorro y gastos en sus finanzas personales.

Invertir Miami, en los Estados Unidos de América y obtener la visa

Si hace mucho que no le mira la sonrisa a Franklin, tal vez sea una buena idea este consejo de inversión en particular que hoy le damos: invertir en Miami en bienes raíces. Hemos ya hablado de alternativas como el negocio de las propiedades en la costa bonaerense, en los muchos lugares turísticos rentables de Grecia y en distintas alternativas siempre pensando en los mercados expansivos ubicados estratégicamente en lugares valorizados por el turismo -lo que implica flujo y movilidad de divisas- cual resulta ser el caso de la posibilidad de realizar inversiones inmobiliarias en Palma de Mallorca, España.

Palmeras, relax, felices jovencitas patinando por la acera costanera, un jugo de coco, un vermouthcito vespertino, un masaje en la reposera y el placer de la vida hedonista en unas maravillosas playas son parte del estilo de vida de Miami, y esto ha concitado el arraigamiento de muchas familias, algunas muy prósperas -sabido es la gran cantidad de millonarios que viven o tiener residencias, chateau, mansiones o casas playeras en esta ciudad, no siendo pocos los que residen en el sitio.
Y pensando en la inversión, mucho mercado hay en el lugar, y mucho movimiento dinerario en la que se ha convertido en cuarta ciudad norteamericana en tamaño.
La gran ventaja que ofrece hoy Miami es que les otorga una visa quienes invierten allí, siendo una buena alternativa para la creación de empleo y el desarrollo económico local, al tiempo que abre sus puertas para los interesados en los negocios en una plaza muy selecta.
Se trata de la promisoria Visa EB-5 para inversores extranjeros en Miami, cuya posesión lleva automaticamente luego de pasados dos años a obtener la residencia permanente en USA, la obtención de la codiciada Green Card.

¿Cómo hay que hacer para recibir la visa EB-5 siendo inversor? ¿En qué hay que invertir específicamente?

Para recibir la residencia permanente para inversores miamenses de origen extranjeros es condición necesaria en un primer momento invertir un mínimo de medio millón de dólares. Este requisito es para inversiones en las zonas deprimidas y ciertas áreas rurales.
En el resto de las zonas el piso se duplica, por lo que el monto mínimo que debe tener la inversión es de un millón de dólares.
Dentro del pliego de condiciones de buena fe de esta excelente oportunidad para inversionistas de alta gama se establecen dos posibilidades para ser beneficiario de este codiciado visado: crear una empresa o negocio o invertir en uno ya existente. No hay especificados rubros o restricciones acerca de en qué se debe invertir.
Para el primer caso, las autoridades migratorias de Miami exigen que el empleo permita crear 10 puestos de trabajo, y para el segundo, si se trata de zonas con pérdida de empleo reciente bastará con conservar los puestos de trabajo y en otras zonas se deberán incrementar puestos o capitalización de la empresa.
Uno de los sectores en los que más se viene invirtiendo en Miami bajo este régimen especial de visas destinadas a atraer capitales es el siempre provechoso rubro inmobiliario o de bienes raíces. En efecto, se ha venido verificando el ingreso a la zona de capitales provenientes de diversos sectores del mundo que buscan una oportunidad de gran negocio de aquí a unos años (al retorno del ciclo de bonanza), mayormente en zonas poco activas, deprimidas económicamente o que han acusado el impacto de la crisis reciente, pero que están ubicadas estratégicamente cerca de las áreas más caras y buscadas de Miami, y están en lista de espera de su valorización.
Para obtener esta excelente oportunidad de hacer negocios en Estados Unidos evitando completamente todo el papeleo de trámites tanto para el inversor como para su conyuge y sus hijos menores de 21 años basta con el dinero invertido, carecer de antecedentes penales, presentar pruebas de haber contraído matrimonio y documentación sobre los hijos y pasar una revisación médica.